Lazos rosas por Estibaliz Ruiz de Azua (Deia)
NI de elecciones, ni de candidatos, ni de promesas, ni de que todavía nos quedan tres días de campaña. No. Hoy -sé que me lo agradecerán- no voy a hablar de lo que unos y otros nos han dicho que van a hacer el próximo lunes si les prestamos nuestro voto. Hoy me voy a colocar un lazo rosa en la solapa y voy a dejar que sean ustedes los que me pregunten que qué es eso. Y como me lo han preguntado, yo no tendré ningún pudor en contestarles que eso es un lazo que nos recuerda que dentro de dos días se celebra -bueno, se conmemora- el Día Internacional contra el cáncer de mama. Y podré decirte -ya que me lo has preguntado- que tú como mujer, o como padre, madre, hermano, marido o amante de una mujer puedes colaborar en esta lucha, recordando a esa hija, hermana, mujer o amante que esta es una enfermedad que si la cogemos a tiempo se puede curar. Y que de poco sirve la excusa del miedo «a que me encuentren algo», para no ir -cuando hay que ir- a hacerse una revisión. Y ya que estamos hablando de ello -porque tú me lo has preguntado- y ya que me quedan unas líneas para completar esta columna, déjame contarte que hay un consulta, la 16 de Txagorritxu -es la que conozco- donde además de cuidarte y mimarte, curan el cáncer de mama. Que hay amigos que demuestran que son amigos cuando más se les necesita. Que hay padres, madres, hijas, hermanos y amantes que, a pesar del miedo, hacen como si no lo tuvieran. Que hay compañeros, también jefes, que no dejan que nadie se siente en tu sitio porque saben que vas a volver. Que esto se llama cáncer, y lo llamamos cáncer, con respeto pero sin miedo, a pesar de que en el camino hayamos tenido que dejar a más de una Rosa. Que llevar en la solapa un lazo rosa puede que sea una tontería, pero que yo solo te cuento todo esto porque tú me lo has preguntado. Feliz día de elecciones.