EN 2015 30 PERSONAS DE AMOREBIETA SE UNIERON PARA CREAR UN EQUIPO DE RUGBY BAJO EL LEMA «A LA MELÉ, A LA MELÉ». EN AQUEL MOMENTO SE ENTRENABAN EN LAS CAMPAS DE JAUREGIBARRIA HASTA TENER UN CAMPO ADECUADO. EL COMIENZO NO FUE NADA SENCILLO: FICHAS DE JUGADORES, CAMISETAS, MATERIAL… EN LA ACTUALIDAD ESTE PROYECTO SIGUE VIVO Y LOS CAPITANES DEL EQUIPO DE CHICOS Y CHICAS (BEÑAT SAGARNA Y MAIALEN MENA) HAN DESTACADO LA SITUACIÓN POSITIVA DEL CLUB.

Entrevista
Beñat, ¿cómo recuerdas los primeros pasos?
B: Históricamente, los jugadores de Amorebieta tenían que ir a otras localidades para jugar al rugby: Gernika, Durango, Igorre… Esta iniciativa comenzó para jugar en Amorebieta. Poco a poco fue creciendo la idea entre los conocidos, la gente empezó a animarse, y en las campas de Jauregibarria nos unimos un grupito.
Lo económico siempre es sal, al fin y al cabo Urgozo era un equipo nuevo, sin recursos ni condiciones. Poco a poco fuimos adquiriendo patrocinadores, los bares del pueblo nos dieron diferentes ayudas y cada uno ayudábamos también de nuestra parte.
M: En el caso de las chicas, hemos descubierto el trabajo realizado por los chicos hasta hoy. Desde un principio han estado dispuestos a ayudar a crear un grupo de chicas.
¿Por qué no había equipos de rugby en Amorebieta?
B: Los zornotzarras siempre han tenido la costumbre de ir a Igorre, a Arratia. Puede que en el pueblo nunca se haya sentido esa necesidad de crear un equipo de rugby. Pero ese año se consideró el pensamiento «¿por qué no?». Zornotza es un gran pueblo, tiene recursos… ¿Por qué no intentarlo?
Maialen, en el caso de las chicas, el grupo es más reciente, ¿no?
M: Sí, este es el tercer año que participamos en la liga de Euskadi. Es cierto que hace unos años hubo un intento de crear un nuevo equipo, pero al final no entró en la Liga como el Urgozo. Junto a los de Elorrio, al final nos hemos unido bastante, y como decía este año es nuestro tercer año.

Es el primer deporte en Iparralde. Aquí no es muy conocido. ¿Por qué puede ser?
B: En realidad, en Francia, el fútbol no tiene la misma fuerza que aquí. El rugby tiene otra posición. Tiene un montón de fans, buenos equipos… Aquí la situación no es la misma, el fútbol es muy hegemónico. Además, hay un equipo de fútbol que juega a un buen nivel y un equipo de baloncesto que también juega a un buen nivel. Así que es sal meterse de morro, pero nosotros tenemos a nuestros seguidores, a los que estamos muy agradecidos.
¿La imagen violenta que tiene el rugby puede tener algo que ver?
M: Está claro que es un deporte de contacto, no se puede decir que no, hay posibilidades de hacer daño. Pero también es un deporte que vela por la seguridad, es decir, las medidas para jugar están orientadas a la seguridad de los jugadores. A veces tiene miedo, pero ese miedo no nos puede parar para empezar este nuevo deporte.
Y cómo no, el tercer tiempo. ¿Es como se cuenta o hay algo de mito en ello?
B: El tercer tiempo es una regla que no está escrita. Así se entiende, forma parte de la cultura del rugby y siempre se hace, aunque sea sencilla. No se hace marisqueo, pero una vez terminado el partido, estamos todos juntos, los dos equipos, y algo se come y se bebe. Es real, sí.