EN DOCENCIA, PROFESOR DE EUSKERA EN EL EUSKALTEGI; EN EL BARNETEGI DE AMOREBIETA, DIRECTOR; Y TÉCNICO DE EUSKERA DE AMOREBIETA-ETXANO EN LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS. RAFA UGALDE DICE ADIÓS A SUS 38 AÑOS DE TRAYECTORIA.
¿Cómo estaba, cuál ha sido el camino y cómo ves hoy el euskera?
Diferenciaría entre lo administrativo y lo social. En Amorebieta la propia administración es el ayuntamiento; dentro de los servicios municipales el euskera ha aumentado considerablemente. La práctica totalidad del personal municipal tiene una gran capacidad en euskera, tanto oralmente como por escrito. El euskera se escucha mucho en los servicios municipales.
En la calle, hace 40 años, la enseñanza no era en euskera. Hoy en día en todos los centros se imparte en euskera, y los alumnos y alumnas tienen desarrollada la comprensión al menos, aunque vengan de fuera. Sin embargo, en el uso que hay en la calle eso no tiene reflejo, eso no se nota. En la última medición se observa que el uso del euskera en la calle es del 23%; apenas una de cada cuatro concersaciones es en euskera. Entre los y las jóvenes (14-25 años) el uso es del 14,5%. Pero también hay una medición positiva; en 2011 el uso de los jóvenes era del 10%, en 2019 del 11% y en 2024 del 14,5%, hay un aumento progresivo. Sin embargo, su uso es bajo.
En comparación con los países vecinos, los datos de Amorebieta son similares a los del duranguesado. En cambio, en Gernika el uso en la calle es mucho más alto.
¿En función del trabajo realizado durante estos años estás orgulloso de lo conseguido o has sentido frustración?
He sentido de los dos. Frustración porque hacemos tantos esfuerzos que hemos hecho mil cosas y luego cuesta mucho sacar resultados. Dentro de la administración es más fácil, para conseguir una plaza es imprescindible saber euskera. Pero en la calle, en las escuelas… se hacen muchísimas acciones y luego es muy difícil ver los resultados.
Por otro lado, es bonito ver que en Amorebieta por debajo de los 40 años casi todos entendemos euskera. Eso abre el campo de juego; con alguien que lo entienda puedes hablar en euskera y en Amorebieta muchos lo saben, aunque vengan de fuera. Con 18 años no podía hablar en euskera con cualquiera y hoy puedo hacerlo con cualquier persona, en el ayuntamiento, en el banco, en el supermercado, en el ambulatorio…
Muchas veces me he preguntado por qué quien sabe no lo hace. Sé por qué lo hace quien habla en euskera, es una cuestión de sensibilidad y no porque lo haga mejor en euskera que en castellano.
¿Por qué los que saben bien euskera no lo usan más?
Muchas veces me he preguntado por qué quien sabe no lo hace. Sé por qué lo hace quien lo hace en euskera, es una cuestión de sensibilidad y no porque lo haga mejor en euskera que en castellano.
Conozco a gente que ha hecho sus estudios en castellano y hablaba castellano en casa, pero que luego ha realizado sus estudios universitarios en euskera y ha trabajado como técnico de euskera. Esas personas quieren vivir en una sociedad euskaldun y quieren que sus hijos e hijas vivan en una sociedad euskaldun. Tienen esa sensibilidad. ¿Y cómo se puede trabajar esa sensibilidad? Nadie lo sabe.
Pero luego estamos muy orgullosos y orgullosas de nuestro idioma…
Somos referentes en el mundo. Hay más de 7.000 lenguas y de ellas se han impuesto 12. En el resto del países también se han prohibido las lenguas, ha habido acoso y también humillación de los hablantes. Aquí también ha ocurrido, esos 12 idiomas se han comportado igual en todas partes. El resto nos mira, el proceso de normalización que se está haciendo con el euskera no se ha producido en ningún sitio. Los lingüistas dicen que en este siglo la mitad de esas siete mil lenguas se perderán. El trabajo que se ha hecho aquí ha sido muy grande y luego mira cómo son los resultados de la calle. En el resto de países no se hace toda la investigación y el esfuerzo que se hace aquí, y entonces el resto nos mira, si hay problemas con el euskera también estarán con su lengua. Somos referentes de lenguas minorizadas.
Has trabajado como profesor, director de un barnetegi y técnico de euskera. ¿Dónde te has encontrado más cómodo?
Siempre he dicho que el trabajo más bonito ha sido ser profesor, profesor en euskera de adultos. Terminé mis estudios universitarios de biología y empecé a impartir matemáticas, física, química y ciencias naturales en castellano en Bermeo. No sirvo para trabajar con adolescentes, pero luego me he sentido a gusto con los adultos como profesor de euskera. Además, en el euskaltegi conoces a mucha e interesante gente, y en el Barnetegi se abre más ese ámbito: conoces a extranjeros, de diferentes áreas de trabajo, de diferentes intereses… que les motiva aprender euskera. Surgen relaciones muy interesantes. También he aprendido mucho en la última década. Tratas de responder a las necesidades que ves en el pueblo. Por ejemplo, los niños y niñas que vienen del extranjero tienen que estudiar en euskera, a ellos se les ofrece un programa especial. O hoy en día se hacen muchos programas de tiempo libre en euskera; en las horas lectivas los alumnos y alumnas hablan poco euskera, y al terminar la clase, en el tiempo libre, cuando están haciendo deporte… hay que fomentar el uso del euskera. Ahí es donde más esfuerzo hemos hecho en los últimos años.
¿Qué retos les dejas a los técnicos que trabajan en el Ayuntamiento?
Tenemos muy buenas técnicas en el Ayuntamiento y saben la necesidad que hay en el pueblo. Además, Naia, una de ellas, es joven y tiene mucha energía. Seguirá con las iniciativas deportivas que hemos trabajado hasta ahora. Además ahora ha surgido una iniciativa muy bonita, y ella anda en ello. Entre las asociaciones de padres y madres de todos los centros ha surgido una motivación que hasta ahora no había habido y además ha salido por ellos. El año pasado plantearon una actividad para la Korrika y este año también para el Euskaraldia; Naia está en ese proyecto.
Así que la clave para ellas también es la sensibilidad.
¿Cómo ves estas actividades como la Korrika y el Euskaraldia?
También en ellas el objetivo es trabajar la sensibilización; activar a la gente y motivar a la gente. Yo creo que la más importante es la Korrika. Es un acto de un día en un pueblo, pero mueve a mucha gente, incluso a quien no habla euskera. Luego es muy difícil hablar todo el tiempo en euskera, porque la gente tiene más capacidad para hablar en castellano.
En el Euskaraldia se pide compromiso. Haz un esfuerzo en 15 días. Las investigaciones han demostrado que si se hace un esfuerzo en esos 15 días, queda la huella. Luego ese esfuerzo decrece, pero algo siempre se detiene.
Quizás el Euskaraldia se nos ha vuelto repetitivo y la gente se cansa, por eso hay que saber medir la frecuencia.


